Presentación
En materia de energía el inicio del nuevo siglo está inmerso en una problemática que tiene varios factores que la determinan; entre los más importantes se encuentran los siguientes dos: Primero; se tiene la discusión de sí el mundo ya entró en la era del post petróleo. Esta visión se fundamenta en que las reservas petroleras, que representan más del 80% de las fuentes energéticas actuales, manifiestan una tendencia decreciente y no se visualiza el descubrimiento de nuevos yacimientos supergigantes, a la vez que la extracción del crudo se hará más costosa y riesgosa, y requerirá de nuevas y complejas tecnologías para su extracción. Empero, se considera que las energías fósiles, particularmente el petróleo, seguirán dominando el escenario de las fuentes energéticas los próximos treinta o cuarenta años. Segundo; si bien todavía no se resuelve el debate sobre los orígenes del calentamiento de la tierra, se tiene la evidencia de que el CO2 se ha incrementado exponencialmente desde el término de la segunda guerra mundial, con implicaciones demostradas en los efectos de cambio climático.
Con estos dos factores, se perfila cada vez más un consenso internacional sobre la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, lo cual impactará los modos de consumo de las energías de origen fósil, impulsará las tecnologías para su mejor aprovechamiento, replanteará el futuro de otras fuentes de energía, como la nuclear, y estimulará la producción y uso de las energías renovables. Por lo mismo, se intensifica la discusión sobre sí el mundo está entrando en lo que se denomina la transición energética.
Objetivo.
El simposium tiene el objetivo de reflexionar sobre los ejes en que se sustentará el nuevo modelo energético que regirá las principales economías en el futuro mediato, las modalidades de racionalidad energética y las fuentes que dominarán el consumo mundial de energía, así como los retos y condicionantes para que México, con el auxilio del conocimiento y la innovación, esté en concordancia con las modalidades de producción y consumo energético. En particular se reflexionará sobre el impacto que deberá tenerse en el sector por el establecimiento de una política de reducción de emisiones de CO2 en la atmósfera y el escenario de la producción y consumo energético en México en un futuro mediato. Para ello se tomará como referentes las tendencias energéticas internacionales y el posicionamiento de nuestro país, tanto para enfrentar los ordenamientos de reducción de CO2 como para atender la tendencia decreciente de las reservas de petróleo, junto con el incremento de consumo energético en virtud del desarrollo económico. Además, se pondrá atención en aquellas políticas y estrategias que permitan enfrentar los requerimientos de energía con criterios de sustentabilidad para salvaguardar el patrimonio de las próximas generaciones, al igual que en las tareas que se deben abordar desde la educación, investigación y desarrollo tecnológico, para que México tenga una adecuada capacidad de respuesta y disponga de un proyecto de horizonte para el inicio del nuevo milenio.
Este ejercicio de reflexión y de planteamiento de propuestas y estrategias se llevará a cabo teniendo como referencia puntos como los siguientes:
a. El futuro del consumo y aprovechamiento de las energías de origen fósil, particularmente de los hidrocarburos.
b. El escenario de las energías tradicionales, como la gran hidroeléctrica y la nuclear.
c. El futuro y las oportunidades para las energías renovables
d. Las tecnologías, los saberes y las capacidades ante el escenario de reducción de emisiones de dióxido de carbono, eficiencia y racionalidad en el consumo de energía y su diversificación.
e. La economía, las políticas públicas, la normatividad y la nueva cultura de consumo y diversificación de las fuentes de energía.< |