México es un país multicultural, como lo es la sociedad global. La muticulturalidad de México proviene de la amplia presencia de una diversidad de pueblos originarios que a pesar de quinientos años de discriminación, marginación e intentos de asimilación, han mantenido su identidad colectiva. La coexistencia de grupos con culturas distintas también proviene de los flujos migratorios que se intensificaron en las décadas recientes, tanto del exterior hacia nuestro país, como movimientos migratorios internos, del campo a las ciudades, y de unas regiones a otras. Pero también se debe a diferencias regionales y a la conformación de grupos que ofrecen a sus miembros un horizonte de sentido en función de una cultura propia que se distingue de la del resto de los grupos que viven en el país, por ejemplo niños de la calle en zonas urbanas.
La Nación Mexicana incluye una muy rica variedad de pueblos, cada uno de los cuales merece respeto y es digno de crecer y florecer. Pero hasta la fecha, 2010, no se han establecido las estructuras y las instituciones políticas, económicas, jurídicas, educativas y culturales del Estado mexicano que garanticen el ejercicio del derecho de los diversos pueblos y culturas de nuestro país a sobrevivir y a desarrollarse en la forma en que autónomamente decidan sus miembros, a elegir cómo mantener o cómo cambiar sus formas de vida, a participar efectivamente en la decisión sobre el uso y destino de los recursos materiales de los territorios donde viven, y a participar activamente en la construcción de la Nación mexicana. Estos son algunos de los retos de la sociedad multicultural en México, y continúa siendo uno de los principales problemas nacionales.
El desafío es lograr una sociedad auténticamente plural y justa, en donde los diferentes pueblos y las diversas culturas convivan armoniosamente, los conflictos puedan resolverse por vías no violentas, y se respeten los derechos individuales, los colectivos y los de grupo. Esto requiere una profunda reforma que modifique a fondo las estructuras e instituciones del Estado, que permita nuevas relaciones entre el Estado y los pueblos y culturas de México, así como entre esos pueblos y el resto de la Nación. Exige también la elaboración de un proyecto de Nación adecuado para el siglo XXI, que se construya con la participación de las diferentes culturas, pueblos y regiones del país.
El Estado debe garantizar la participación en la vida pública nacional, en lo económico y en lo político, de los diversos pueblos y culturas, sin estar bajo el control de ningún grupo social, político o económico particular, y menos por una élite dominante, sino que en él deberían participar representantes de los diferentes sectores sociales relevantes en el país, así como de los diferentes pueblos. El Estado debe servir a todos ellos, fomentando su desarrollo, estableciendo y gestionando mecanismos para evitar, y en su caso para dirimir, conflictos entre los diferentes pueblos y entre diferentes sectores de la sociedad. Esto es lo que se conoce como un Estado plural.
Es necesario que la reforma del Estado mexicano incluya la rectificación de su política cultural, educativa y económica, orientada durante décadas hacia el ideal de una nación monocultural y hacia la exclusión de los pueblos indígenas de la participación en la toma de decisiones económicas, políticas, educativas y culturales sobre las cuestiones que afectan su vida. Se requiere un Estado plural que respete —y que garantice el respeto de toda la sociedad—, a la identidad de los pueblos indígenas, y que establezca políticas que aseguren el florecimiento de todos ellos, empezando desde luego por su participación activa en las decisiones sobre el manejo apropiado de los recursos naturales y de las fuentes de riqueza que están en los territorios donde viven.
El propósito de este Simposio consiste en identificar los principales problemas que surgen del carácter multicultural de la Nación mexicana, en el contexto de la sociedad global actual, así como del tránsito hacia las llamadas sociedades de conocimientos, y discutir propuestas de transformaciones en la estructura y en las instituciones del Estado, así como acerca del Proyecto de Nación que se requiere para responder a la diversidad cultural del país. Este será el problema central de discusión de la mesa 1, en donde se discutirán, entre otros, los siguientes temas:
Un proyecto de Nación multicultural para el siglo XXI
El Estado plural y la reforma del Estado
Pluralismo: político, jurídico, epistémico, ético, cultural
Justicia social y democracia en un Estado plural
La educación y el acceso al conocimiento, incluyendo el científico-tecnológico, pero también el aprovechamiento y la protección de los conocimientos locales y tradicionales, constituyen una de las condiciones necesarias para que los pueblos indígenas y los miembros de las diferentes culturas que componen al país puedan desarrollar sus capacidades para lograr los planes de vida que deseen alcanzar de manera autónoma y de acuerdo con su cultura y su identidad colectiva. La segunda mesa del simposio se centrará sobre esta problemática, para discutir y proponer las políticas públicas que se requieren para establecer las condiciones que permitan que los pueblos y culturas que han estado rezagados en lo educativo, acceder a la educación intercultural (entendida como una educación para todos y no sólo para los indígenas) que les permita desarrollar sus capacidades y lograr un desarrollo económico y social respetuoso de su cultura y del ambiente. Entre otros temas, en esta mesa se discutirán los siguientes:
Educación intercultural
Educación científico-tecnológica en contextos de diversidad cultural
Conocimiento científico y tecnológico, conocimientos locales y tradicionales, su articulación para la innovación, su aprovechamiento social, su fomento y protección
Recursos naturales: conflictos sobre su acceso y uso, concertación y mediación
Redes sociales de innovación
Para enfrentar los retos de la sociedad multicultural en México se requiere no sólo una profunda reforma del Estado y un cambio en sus funciones, sino también de una transformación social y cultural que incluya a toda la población a nivel nacional. La mesa 3 se centrará en la problemática social y cultural más amplia que permita una transformación en las relaciones entre los diferentes sectores de la sociedad. Los temas a tratar serán, entre otros, los siguientes:
Relaciones interculturales
Desarrollo económico, social y cultural
La construcción de la cultura nacional en el siglo XX y su proyección como cultura plural en el siglo XXI, el papel y las aportaciones de la UNAM
Políticas públicas para una sociedad intercultural: políticas culturales, educativas, ambientales, económicas, de ciencia, tecnología e innovación
Por último, en la mesa 4 se debatirá acerca de las transformaciones que se requieren en el país para lograr una sociedad con las condiciones adecuadas para el desarrollo económico y social de los diferentes pueblos y culturas, que permita el respeto y aprovechamiento del patrimonio biocultural, de los conocimientos científico-tecnológicos, tanto como los locales y tradicionales, así como una relación sustentable con el ambiente. Se debatirá también sobre las formas adecuadas para garantizar los derechos económicos, culturales y sociales de todos los ciudadanos, así como de los pueblos y las culturas. Se debatirá también sobre las reformas necesarias a los sistemas de impartición de justicia, para que se reconozcan las formas de gobierno y de justicia de los pueblos indígenas dentro de la estructura jurídica del Estado mexicano.
Los temas a discutir incluirán los siguientes:
Acceso a recursos y patrimonio biocultural
Desarrollo social sustentable
Desarrollo de capacidades
Legislación y sistema de impartición de justicia
Conflictos interétnicos, religiosos, conflictos entre grupos culturales y el Estado
Migración
Problemas de género
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